El 7 de enero Alberico Pérez nos decía adiós. Falleció a los 86 años en Madrid tras una larga enfermedad, estuvo rodeado de sus seres queridos y marchó en paz.
Mientras tanto aquí nos quedamos quienes le admiramos y conocimos con la pena lógica 
de haber perdido a un gran hombre. Este voluntario ejemplar dejó huella en Tarancón, tanta que desde el Colectivo Ciudadano La Quinita siempre hemos dicho que merecía una calle. Reconocemos cierta sensación de fracaso al no haber logrado que Alberico viera su
reconocimiento en vida. Por ello hemos luchado, y lo hemos solicitado al Ayuntamiento de Tarancón en repetidas ocasiones por escrito, a través de los medios y de palabra. En breve el pleno aprobará definitivamente la designación de una calle para él y otra para Evilasio Martínez, ambas estarán junto al Parque Reina María Cristina compartiendo una misma vía que se divide en tres tramos. Pero Alberico ya no lo podrá disfrutar.
Muchas fueron las personas que se acercaron tanto al tanatorio como a la iglesia parroquial de la Asunción para dar su último adiós a Alberico y para transmitir su pésame y cariño a su familia, en especial a su viuda Juliana. Voluntarios de Protección Civil portaron y escoltaron el féretro hasta el cementerio municipal de Tarancón, donde recibió sepultura.
Precisamente su mujer, hijos y nietos han querido dedicar una carta a todos los amigos de Alberico como agradecimiento, que pasamos a reproducir literalmente:
A los amigos de Alberico:
Queremos corresponder con estas palabras las muestras de afecto y las condolencias recibidas por la pérdida de nuestro querido Alberico que nos han ayudado a ir superando poco a poco este trance tan doloroso.
Agradecemos el apoyo del Excelentísimo Ayuntamiento de Tarancón y de los grupos políticos del Consistorio, así como de los medios de comunicación que se han hecho eco de la triste noticia.
Seguimos emocionados por el cariño de sus compañeros de Protección Civil, portando a hombros su féretro, en representación de los colectivos y asociaciones a las que durante toda su vida prestó su espíritu de voluntario, siempre al servicio de los demás; nuestra gratitud a los compañeros de la Cruz Roja, al Colectivo La Quinita, a la Hermandad de Donantes de Sangre… por compartir con nosotros estos duros y trágicos momentos.
Nuestro reconocimiento más sincero también a todos los vecinos de Tarancón por acompañarnos y darnos su aliento y su consuelo cuando más lo necesitábamos. Ha significado mucho para nosotros que hayáis participado de nuestro sufrimiento y que hayáis querido estar con él hasta el final.
El mejor homenaje, la mejor despedida que ha podido tener Alberico, ha sido haber contado con vuestra presencia.
Con amigos como vosotros, su ejemplo y su recuerdo permanecerán en los corazones de los que le conocieron y perdurarán en el tiempo.
Gracias. Muchas gracias y hasta siempre.
Atentamente,
Esposa, hijos y nietos de Alberico Pérez del Burgo
La quinita 
